martes, 22 de marzo de 2016

UNA CAJITA DE BOMBÓNES


La Bombonera.
Tuve la oportunidad, de conocer quizás o al menos para mí el mejor dulce de la tienda.
Eso si, podría asegurarles que no es apto para diabéticos.
Cuando iba entrando en esta pequeña cajita, no sabía a ciencia cierta con que me iba a endulzar, solo sabía que sería el dulce más rico que probaría.
Y así fue. Entré como si caminara por las nubes, como si estuviera en "Charlie y la Fábrica de Chocolates". En donde uno no sabe ni para donde mirar y se lo quiere comer todo.

Empecé por el museo de historia boquense, (Historia de Boca Juniors) de uno de los estadios más importantes del mundo. "La Bombonera" llamada así, por el arquitecto esloveno Víctor Sulcic. A quién durante la construcción del estadio le regalaron una caja de bombones, por lo que decidió poner como apodo  al  Alberto j. Armando como "La Bombonera" .Ubicada en la Capital de Buenos Aires-Argentina.

Recorrí durante un buen tiempo y de forma detallada los corredores del museo. Trofeos de copa libertadores, entre ellas la que los Xeneizes, le ganaron al  Nacional de Colombia  hace tan solo un par de años. Los primeros guayos, de los jugadores. Condecoraciones, camisetas, fotos de los jugadores que han pasado por la institución como Juan Román Riquelme, Maradona, Abbondanzieri, colombianos como Freddy Guarín, Gerardo Bedoya, Frank Fabra , Oscar Córdoba , junto a sus guantes. Condecorado como uno de los mejores arqueros. Todo un orgullo para el fútbol profesional colombiano.

Pero bueno, luego de refrescarme de historia. Mi corazón empezó a latir muy fuerte. Quería entrar a la cancha. Los pasillos se hacían interminables. De repente voy subiendo las escaleras y veo una luz... Probablemente esa luz al final del túnel. Que me llevaba directo a otra realidad, a la que más me gusta.  A la del fútbol.
No podía creer que estaba en "La Bombonera".
Recorrí una a una sus gradas. Y la más importante de ellas. "La Doce”. Llamada así por los directivos e hinchas del club. Ya que cuando empezó el equipo; Tuvieron que hacer muchos viajes a nivel internacional y sólo uno de los hinchas del Boca pudo acompañarlos en esos momentos. Por lo que lo llamaron el jugador doce, como ahora se conoce a las gradas populares de las barras bravas del Club.
Los hinchas afiebrados a su equipo, llegan siempre dos horas antes del partido y empiezan a saltar sin parar sobre las gradas, como estrategia para que el equipo visitante que llega a hacer sus prácticas de calentamiento, salga un poco aturdido al terreno de juego.
Pues la 12, se encuentra situada encima del camerino Visitante.
Cuando oía esto, entendí porque han logrado conseguir tantas estrellas a lo largo de la historia, a punta de los trucos de la hinchada.
Al pisar la grama, quería convertirme en el 10, luego recordé que el fútbol sigue siendo machista, pero que vale la pena luchar, por cambiar esa perspectiva.
Espero haberlos contagiado de lo que sentí.
Volveremos con "La Tribuna", para traerles más historias, de como sonreír a nuestra manera.

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